Mi historia para que sirva de ayuda a aquellas persona que les toque vivir una situacion similar
domingo, 22 de enero de 2012
Ha medida que los días pasaban mi situación era cada vez mas crítica, me sentía como si mi alma estuviera envuelta en numerosas vendas y cada venda era como si parte de mi desapareciera.Cierto que estaba rodeado de gente compartí vivencias con otros niños, y pude ver como se cumple eso de que los niños son siempre los que sufren, habían niños con mi misma situación, una niña era víctima de malos tratos, otros niños estaban porque sus padres no se hacían cargo de ellos por tener problemas con alcohol y/o drogas, entre otros casos.
La verdad que esas injusticias acababan con migo porque no entendía porque podía ocurrir eso, ¿porque los menores somos los que sufrimos los errores de los adultos? me preguntaba...
Tampoco me ayudaba mucho el tema de estar encerrado, de tener que cumplir unas normas un poco infantiles tirando a la cutrez, también añoraba a mi madre y a alguien que anteriormente no mencioné,alguien que para mí era como un amigo, mi Txikitin (chiquitín), mi maravilloso perrito.
Txikitin era un perrito que llegó a mi vida cuando yo cumplí los 14 años poco antes de mudarme a mi tierra natal, supuestamente pertenecía a mi madre, pero ella me lo regaló porque sabía que me haría compañía ya que yo soy hijo único. Era una mezcla de pastor alemán y coker y a medida que fue creciendo parecía un pastor alemán en miniatura (del tamaño del coker), su nombre no fue puesto así a propósito, en realidad fue todo lo contrario, resulta que cuando lo cojimos de la perrera apenas tenia 2 o 3 meses de vida, era el chiquitín de la casa y cariñosamente le decíamos que si chiquitín esto, que si chiquitín aquello por pronto que decidimos su nombre ya era tarde porque el cachorro solo respondía al nombre de chiquitín.
El pequeño can, entró en mi vida y en él encontré un amigo, tenía a alguien que me esperaba y que por las noches me hacía una inmensa compañía, ya no tenía que hablar con mis peluches cuando solo me sentía ahora tenía a alguien que me escuchaba, e incluso en mi pensamiento creía que me comprendía.
Me encantaba sacarlo a pasear, presumiendo su collar con brillantitos rojo, me encantaba ir a cualquier sitio con él, y cuando cogía la bici e íbamos juntos a donde fuera, recuerdo que cuando comprábamos pan normalmente recién hecho comprábamos uno mas del que mi madre me mandaba comprar, jaja esto era porque entre los dos nos comíamos una barra antes de llegar a casa, que rico pan calentito y recién hecho, es una de mis perdiciones.
También me gustaba mucho cuando llovía y luego me tocaba limpiarle, lavarle las patitas y ver como mi madre limpiaba las huellas jaja que gran recuerdo, que recuerdo tan agradable e incluso con mi padre ya que debo reconocer que siempre no fue así...
Ciertamente Txikitin a mi me llegó a coger mucho cariño y se veía reflejado cuando discutía con mi padre como era muy usual antes de la mudanza,en dichas discusiones el can se ponía delante de mí y comenzaba a ladrarle con rabia, e incluso después de la mudanza también se metía y un día se vio castigado por la ira de un hombre, pero de esto hablaré cuando sea oportuno, mas adelante.
Eran muy buenos recuerdos los que por mi mente brotaban, y verme encerrado en aquel lugar, entre aquellos barrotes supuestamente de seguridad, y esas normas tan injustas e infantiles estaban haciendo que en mi inocencia e inmadurez cambiara el punto de vista con respecto a ciertos temas, empezaba a ver cosas que ya no me encajaban y a comprender que era diferente a los demás,empezaba a darme cuenta quién soy y a que tengo que asumir ciertas decisiones y con ello ciertas responsabilidades que mas adelante quedaran explicadas con claridad.
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